La reserva natural de los Esteros del Iberá, localizada en la parte centro-noreste de la provincia de Corrientes en Argentina, cubre más de 1.300.000 hectáreas y es una de las regiones naturales más importantes del Cono Sur. En pocas palabras, se trata de una cuenca de drenaje que se llena continuamente con agua de lluvia por lo que es uno de los espacios naturales más importantes de Sudamérica. Debido a la topografía plana de la zona, hay pocas posibilidades de "salida" para el agua, lo que permite la creación de una extensa reserva de agua dulce.
La mitad de los Esteros del Iberá está bajo el agua. Sin embargo, la región es mucho más que sólo "esteros" o "humedales". Iberá también abarca altos pastizales, sabanas y bosques. Esta combinación integrada de los ecosistemas húmedos y secos alberga una gran diversidad de flora y fauna, así como espectaculares paisajes.
Iberá fue declarado Reserva Natural Provincial en 1983, las fronteras de la Reserva son fijados por las fronteras de la cuenca de drenaje, y por lo tanto contiene toda la cuenca dentro de sus límites. Debido a que las fronteras administrativas están marcadas por el agua, Iberá se puede proteger y ofrece un gran potencial de conservación. Además de hermosos paisajes y diversidad de flora y fauna, la región de Iberá también alberga una rica cultura de la gente local. Su historia y tradiciones interesantes han reunido a 2 mundos: terrestres y acuáticos.
En la actualidad, la región de Iberá tiene un gran potencial para desarrollar una economía local fuerte basada en el uso sostenible de los recursos naturales, principalmente en forma de ecoturismo. Gracias a la labor de las autoridades de reserva, muchas especies de flora y fauna han sido capaces de recuperarse bien después de las últimas décadas del mal uso de los recursos; pero aún así la conservación del área es un desafío diario. Iberá todavía requiere acciones para asegurar la integridad ecológica a largo plazo.
Estas acciones tienen que revertir la degradación ambiental extrema que se produjo durante el siglo XX. Durante este tiempo de uso de la tierra descuidada, una variedad de especies emblemáticas de Iberá desapareció, como el guacamayo glauco (globalmente extinta), el jaguar, la nutria gigante de río, el pecarí de collar, el tapir y el venado de las pampas. Nuestras acciones, además, deben hacer frente a las presiones político-ambiental a las que la reserva está sujeta que, por desgracia, amenazan su supervivencia y la integridad a largo plazo de uno los paisajes más hermosos y peculiares del cono sur.
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