En 1883, dos años antes de la finalización del primer ferrocarril transcontinental de Canadá, tres trabajadores del ferrocarril se toparon con una serie de manantiales de agua caliente en la zona más baja de lo que ahora se llama la montaña Sulphur. En 1885, después de una acolarada disputa por la propiedad, los muelles y sus alrededores, se dejaron de lado para establecer el primer parque nacional de Canadá. El Canadian Pacific Railway reconoció inmediatamente el potencial turístico de las Montañas Rocosas canadienses. En 1888, bajo la dirección de William Cornelius Van Horne, que abrieron el elegante hotel de 250 habitaciones Banff Springs Hotel.

La empresa ferroviaria  construyó una serie de grandes hoteles a lo largo de su vía y comenzó a anunciar Banff como un destino de turismo  internacional. Las Rockies, como se conoce a las montañas de la zona,  se convirtió rápidamente en un destino popular entre la aristocracia victoriana, que vino para beber en el paisaje y disfrutar de las relajantes aguas termales.

Pronto los visitantes no fueron solo de paso, sino que comenzaron a llegar para instalarse. En la actualidad, aproximadamente 8300 personas llaman Banff su hogar, y nos invitan a diario a conocer uno de los paisajes más hermosos de todo Canada.

Iberá fue declarado Reserva Natural Provincial en 1983, las fronteras de la Reserva son fijados por las fronteras de la cuenca de drenaje, y por lo tanto contiene toda la cuenca dentro de sus límites. Debido a que las fronteras administrativas están marcadas por el agua, Iberá se puede proteger y ofrece un gran potencial de conservación. Además de hermosos paisajes y diversidad de flora y fauna, la región de Iberá también alberga una rica cultura de la gente local. Su historia y tradiciones interesantes han reunido  a 2 mundos: terrestres y acuáticos.

En la actualidad, la región de Iberá tiene un gran potencial para desarrollar una economía local fuerte basada en el uso sostenible de los recursos naturales, principalmente en forma de ecoturismo. Gracias a la labor de las autoridades de reserva, muchas especies de flora y fauna han sido capaces de recuperarse bien después de las últimas décadas del mal uso de los recursos; pero aún así la conservación del área es un desafío diario. Iberá todavía requiere acciones para asegurar la integridad ecológica a largo plazo. 

¿Quiéren conocer uno de los lugares más curiosos del mundo? China cuenta con réplicas de Venecia, la Casa Blanca, las Torres Gemelas y aunque no lo creas, también existe un falso París en China. En 2007,  en un pueblo llamado Tianducheng, situada a unas dos horas al oeste de Shanghai, comenzó la construcción de un París en miniatura. La ciudad, que fue construida para  albergar una población de 10.000 habitantes una vez terminada, cuenta con una torre Eiffel de 92 metros de altura, una gran cantidad de edificios con esas típicas fachadas grises de París, las calles empedradas y fuentes renacentistas.

Nadie sabe cuántas comunidades "copias" hay en China, pero el número va en aumento cada día. En el caso de Tianducheng, sin embargo, las cosas no salieron según lo planeado. A pesar de sus encantos, los residentes nunca llegaron a esta "Mini-Paris", y hoy en día, sólo un puñado se pasean por sus calles.  Y no es que esta versión china de  París no haya tenido buena promoción, el error en que incurrieron los constructores, es sin duda su ubicación. La ciudad más francesa de todo oriente no deja de ser una urbe en medio de la campiña rural, totalmente aislada de otras grandes poblaciones o del transporte público.

Actualmente, la ciudad fantasma atrae principalmente a turistas que desean observar la decadencia de un mega emprendimiento que no fue; y a ocasionales parejas de novios  que vienen a posar para fotografías de boda frente a la torre Eiffel.

A pesar de este panorama poco alentador,  los expertos advierten que la París del Este no ha perdido su oportunidad de convertirse en una bulliciosa "ciudad luz" todavía. Como el medio Business Insider explica: "China no puede darse el lujo de esperar para construir nuevas ciudades. La construcción y la inversión deben estar relacionadas con la distribución geográfica de los habitantes, el problema con Tianducheng es que no se tuvo en cuenta este aspecto en absoluto.  Pero cuando los habitantes de centros urbanos como Shangai deban comenzarse a migrar hacia las poblaciones rurales (si es que esto sucede alguna vez) Tianducheng y su estética francesa, estará esperando"